FRANZ MUTIS CABALLERO
Son entonces estos cuentos un esfuerzo por recuperar algunas de las leyendas populares, pero son también un testimonio de la generación bisagra, que conoció en su propio periplo vital, dos épocas tan diferentes, ignoradas para quienes hoy tienen menos de treinta años y que por haber llenado sus momentos lúdicos con la TV y la cibernética, no podrán imaginar que solo una década antes de su nacimiento, en un país como el nuestro, bastaba salir unos cuantos kilómetros de la ciudad para percibir en un ambiente pastoril, el aroma de la cultura rural del siglo XIX, cargada del feudalismo transpuesto a la América independiente.