JUAN DAVID GUTIÉRREZGÓMEZ
Este libro, que después de un largo tanteo vino felizmente a titularse Humo dulce, es el resultado de un amor constante y de una lenta artesanía que abarca el espectro de reflexión de su autor sobre la existencia: la vida, la muerte y lo sobrenatural. En su lenguaje se oye la voz de un narrador paisa que se regodea en la observación aguda de las costumbres de las gentes sencillas, en el humor y la gracia de ciertas exageraciones
Tiene además un territorio destinado a la observación de la vida en Bahía Solano, el mundo de los negros. Cómo aman, cómo sueñan, cómo sufren, cómo luchan, cómo sienten, cómo piensan
Este mundo aparece exuberante como la selva y el mar que hacen ver al hombre tan pequeño y tan frágil frente al poder de la naturaleza.
Luis Fernando Macías.